Sobre el libro
La esencia del Budismo aparece tamizada por los gobiernos militares y de terror que han sufrido cada uno de estos países.
Los tres países, en pleno desarrollo económico, dan la sensación de tocar como de refilón el sistema capitalista, pero se dirigen hacia él a grandes marchas, eso no quiere decir que no guarden zonas de miseria manifiesta.
Encontramos en este libro un recorrido por los lugares esenciales visitados, con una minuciosa descripción de los templos de ANGKOR además de la Historia pormenorizada de cada uno de los tres países, así como los regímenes de terror sufridos, junto con una sinopsis del Budismo, religión que de alguna manera une a los tres.
Mayo 2018
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Recorrido del viaje a Laos, Camboya y Vietnam
Ruta seguida
Arrancamos este Periplo en LUANG PRABANG, la ciudad religiosa del Budismo, pasamos a continuación a SIEM REAP para visitar Angkor, la ciudad recuperada de la destrucción de la selva.
En avión nos vamos a HANOI, para seguir por la BAHÍA de HA-LONG, HOI-AN, DANANG, la imperial HUÉ y SAIGÓN, desde donde nos dirigimos al DELTA DEL MEKONG.
Curiosidades y recomendaciones para tu viaje a Laos, Camboya y Vietnam
La unión entre los tres países
Estos tres países, cuya columna vertebral es el río Mekong, tienen diversos puntos de unión:
- Son budistas, por lo tanto se les supone un punto de vista de la vida y el mundo con ciertos rasgos pacíficos.
- Han construido su estado con «permiso» de las potencias colonizadoras, fundamentalmente Francia, quien organizó a su costa Indochina (la Conchinchina), y más tarde EE.UU.
- Han soportado algunas de las guerras civiles y gobiernos militares más brutales que por el mundo han pasado (el Pathet Lao laosiano, los Khmer Rojos camboyanos, el Vietcong vietnamita). Las consecuencias que de ello se derivaron sobre la población civil son palpables incluso hoy en día.
ANGKOR
Nadie puede perderse el complejo camboyano de los templos de Angkor que permaneció oculto entre las lianas de la jungla hasta bien entrado el siglo XIX.
Angkor es una de las maravillas creadas por el ser humano.
Hay que tener en cuenta que el ascenso a la mayoría de estos templos supone un cierto esfuerzo físico, pero entre las raíces de sus inmensos árboles te sentirás como Lara Croft en Tomb Raider (o Angelina Jolie).
Se han de calcular unos 2-3 días de visita al estar situados en tres áreas diferentes, distantes unas de otras, que se pueden recorrer en bici o, mucho mejor, en tuktuk.
La Bahía de Halong
La famosa Bahía de Halong produce un punto de decepción, al refugiarse en ella decenas de barcos de turistas.
La explicación que dan es que todavía hay piratas vagabundeando entre los peñascos y, a la noche, a la mayoría de las embarcaciones les resulta más seguro agruparse, y así protegerse unas a otras.
Pena que no vimos ningún Jack Sparrow, aunque esto no sea el Caribe…
El delta del Mekong
Es de todo punto aconsejable perderse en la jungla de la desembocadura del Mekong en Vietnam, metido en una barca.
Yo cerraba los ojos y oía sin querer la Cabalgata de las Walkirias de Wagner (la música de Apocalypse Now) y, cuando los abría, creía adivinar tras las ramas las caras tintadas de los americanos.
Donaciones budistas
En Luang Prabang (Laos) es parte importantísima del ritual todo lo que tiene que ver con las donaciones para la manutención de los monjes, y todos los fieles pueden participar en estas dádivas: solo hay que levantarse muy temprano, buscar una calle por la que pasen los monjes con sus hábitos naranjas (púrpuras en Camboya) y su cuenco de ofrendas, sentarte en una sillita muy baja y esperar a que empiece la procesión-desfile para hacer tu donativo.
Se admite de todo, de modo que en el bulboso cuenco se juntan el arroz blanco con chocolatinas, zumo, dinero…
Los mercadillos
Para quien quiera «invertir» dinero, hay mercadillos estupendos a lo largo de todo el recorrido, estos países son como «mini-Chinas»:
- En Luang Prabang las compras se hacen a lo largo de la calle principal.
- El mercado de Siem Reap en Camboya es muy de «imitaciones«.
- En Vietnam por todas las esquinas se puede comprar algo (me costó encontrar esa bucólica vida del cultivo de arroz), una perdición…
¿Qué comprar?
Telas de seda magníficas, todo lo que sea de imitación…
Curiosamente y no sé muy bien por qué razón (creo que por el diseño y colorido de sus tiendas) en Vietnam había comprado un objeto que era muy útil para los millones de vietnamitas que iban en moto, pero para nosotros, en aquel momento, era totalmente inútil… UNA MASCARILLA…
¡Quién me iba decir que, al cabo de los años, la iba a usar tanto!
El tráfico
El tráfico en este sudeste asiático es infernal, es imposible atravesar sin riesgo alguna calle.
Yo me pegaba a todos los de ojos rasgados que, suponía, tenían más práctica en esto de atravesar el tráfico.
Eso sí, si te entra el canguelo, lo que nunca se puede hacer es recular, una vez iniciado el trayecto hay que seguirlo, un vietnamita jamás supondrá que una persona va a volver hacia atrás.
El Karaoke
En Vietnam verás muchos anuncios y locales de Karaoke, sus pobladores nos dijeron que, precisamente, ahí lo que menos se hace es cantar, se atiende a otras «necesidades».
Sus primitivas culturas nos hablan de su historia
Descárgate el libro del viaje a Laos, Camboya y Vietnam y descubre este apasionante país en un libro de viajes diferente que te acercará a su historia, su cultura y sus gentes.